INTRODUCCIÓN 

 Desde hace muchos años los ganaderos han recurrido a la práctica de castrar los toretes que no se van a utilizar en la reproducción. También se ha acostumbrado castrar aquellos toros que se destinan al trabajo, para volverlos más mansos. O también lo hacen porque culturalmente se cree que los machos castrados ganan más peso y su carne es de mejor calidad que la proveniente de machos no castrados. En las fincas donde sea necesario realizar la castración, se deben tener todos los cuidados necesarios para evitar muertes en los animales y accidentes que perjudiquen al operario. En este informe usted encontrará los aspectos más importantes para poder realizar una castración de bovinos en forma correcta y segura. Después de conocer la información, y de hacer las prácticas sugeridas, usted podrá castrar bovinos, escogiendo el método que más le guste.

Existen varias técnicas o métodos de castración. En el presente texto voy a tratar 3 diferentes formas de castrar nuestros machos bovinos.
Castración con emasculador:
El emasculador es una pinza conformada por dos palancas cuya función es seccionar, mediante compresión, el cordón espermático a través de la piel del escroto sin incidirla. Para castrar con esta pinza se localiza el cordón espermático, se ubica el cordón entre la pinza y se comprime durante 1 ó 2 minutos. Luego de este tiempo se libera la pinza y se comprueba que el cordón haya perdido su continuidad. Para obtener resultados más confiables se recomienda repetir este procedimiento 1 ó 2 centímetros debajo de la primer compresión.
En equinos este emasculador se utiliza con testículo abierto previa anestesia.


Castración con banda elástica o elastrador:
El elastrador es una pinza cuya función es abrir o dilatar un anillo de goma. El escroto se pasa a través del anillo y este se libera quedando sujeto al cuello del escroto. La presión ejercida por el anillo impide el riego sanguíneo haciendo que el tejido se seque y se caiga. Este método de castración es muy utilizado en animales jóvenes de 0 a 3 meses y se puede realizar de dos formas igualmente eficientes: 1. se llevan los testículos hacia la cavidad abdominal y se libera el anillo. Los testículos quedarán pero la temperatura del cuerpo hará que sean inviables y 2. los testículos se llevan hacia abajo y se pone el anillo sobre ellos. En cualquiera de los dos casos el resultado será un macho estéril.


Castración quirúrgica:
La castración quirúrgica consiste en extraer los testículos por medio de un corte. Es un procedimiento muy sencillo y lo puede realizar cualquier persona con un mínimo de entrenamiento. Este procedimiento casi nunca trae consecuencias adversas siempre y cuando se tengan presentes unas recomendaciones básicas.
Podemos utilizar El INMOVILlZADOR MAGNUM, que es un inmovilizador bovino que funciona con ondas electromagnéticas de baja intensidad logrando la inmovilización suave y segura del animal sin producirle estrés, daños físicos ni efectos secundarios. Es una herramienta de alta tecnología y de manejo simple que permite realizar maniobras seguras sobre el animal inmovilizado (Ej. castración, amputación, marcado, arreglo de cascos, puesta de orejeras, vacunación, curaciones, tratamiento de mastitis, etc). La inmovilización es inmediata y el animal vuelve a la actividad una vez que la sonda rectal es removida.
El inmovilizador nos permite trabajar de forma segura  y sin causarle daños colaterales al animal ya que este  sólo trabaja sobre músculos voluntarios protegiendo así el corazón, los pulmones, riñones e intestinos entre otros.

El procedimiento de castración quirúrgica es muy sencillo. Una vez hemos inmovilizado al animal procedemos a lavar el escroto con una solución yodada. Tomamos los testículos con firmeza y hacemos una incisión pequeña sobre la piel del escroto. Esta incisión debe ser pequeña pero suficiente para extraer el testículo a presión. Exponemos el testículo y lo liberamos de su túnica.
Con el testículo expuesto y liberado de su túnica cortamos el ligamento escrotal. Sujetamos el testículo y ligamos el cordón espermático a unos 10 centímetros arriba de la gónada. Cortamos el testículo y el cordón a unos dos centímetros de la ligadura y de esta forma evitamos las molestas y peligrosas hemorragias.
Retirados los dos testículos se aplica una dosis de ivermectina para prevenir las miasis (y de paso vermifugar), se aplica sobre el escroto un desinfectante de uso tópico, se aplican antibíóticos y si se quiere (y es lo más humano), se aplica algún producto analgésico y antiinflamatorio. Y eso es todo, la castración habrá terminado.

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